jueves, 27 de febrero de 2014

Lejía


Hablemos de la lejía

27 FEBRERO, 2014
La lejía (también conocido como cloro o lavandina) es el nombre utilizado para una variedad de sustancias que en disolución acuosa, son un fuerteoxidante, frecuentemente utilizada como desinfectante, como decolorante y en general como solvente de materia orgánica. El cloro es la base para los blanqueadores más comúnmente utilizados, por ejemplo, la solución de hipoclorito de sodio (NaClO)
Lejía
Fue desarrollado por el francés Berthollet como blanqueante de telas en 1787. En el siglo XIX, Luis Pasteur comprobó si poder de desinfección, extendiendo su uso a la defensa de la salud contra gérmenes y bacterias.
Actualmente es un limpiador de los más usados en hogares, se utiliza como desinfectante de baños y aseos y para blanquear la ropa porque disuelve y destiñe los colorantes de las prendas. Se puede comprar en cualquier supermercado y droguerías.
Hay que tener en cuenta que es un producto muy corrosivo y se tiene que utilizar con mucho cuidado, es imprescindible manipularlo con guantes y mantener fuera del alcance de los niños. Su acción corrosiva puede dañar el acero inoxidable si se emplea en concentraciones elevadas y por largo tiempo.
Si por accidente hubiera una intoxicación de lejía, se tiene que actuar con mucha rapidez. En general, para contrarrestar la acción de la lejía, se debe usar solamente agua fría. En casos de ingestión accidental, no se debe inducir al vómito, sino utilizar grandes cantidades de agua fría, leche, helados o antiácidos para neutralizarla y llamar a un médico para que preste la atención correspondiente. Si la lejía ha caído en la piel o en los ojos, se debe limpiar o lavar con agua abundante durante al menos 15 minutos. Algunas combinaciones de lejía con blanqueadores o con algunos productos de limpieza en polvo y amoníaco pueden liberar el cloro que puede causar asfixia.
No sirve para lavar prendas delicadas como lana, seda o nylon por que los dañaría.
Para lavar prendas con lejía el consejo del mayorista es mezclar una cuarta taza por cada 5 litros de agua fría. Sumergir en el recipiente la ropa por cinco minutos, estrujar para quitar líquido sobrante y colocar en la lavadora con jabón en polvo.
La lejía no afecta al medio ambiente al cumplir su función desinfectante.